Se trata de otra intervención mínimamente invasiva. Para eliminar la parte del disco dañada que presiona sobre el nervio ciático, se usa una pequeña cánula que porta en la punta un bisturí y unas pinzas para cortar y aspirar el tejido 'enfermo'. Ventajas que ofrece este método:
1. La columna vertebral no es tocada directamente.
2. En ningún momento hay fenómenos de fibrosis o inestabilidad vertebral como sucede con la cirugía clásica.
3. El paciente no necesita hospitalización, o sea es ambulatoria, el enfermo ingresa en la mañana y se va en la tarde.
4. No necesita anestesia general (pero durante la etapa de sedación siempre se encuentra presente un anestesiólogo).
5. El tiempo de reposo nunca pasa de una semana y por tanto las perdida por ausentismo laboral son infinitamente menores que con la cirugía convencional.